martes, abril 17, 2007

Cañita tenia razon¡¡¡¡¡

En un par de años los autos podrían funcionar con pulpa de cítricos
Las administraciones central y autonómica, Ford y una empresa valenciana se unen para investigar la obtención de bioetanol, un combustible verde para los vehículos, de los restos de las naranjas y clementinas.

De los 4.000.000 de toneladas de cítricos que se producen anualmente en la Comunidad Valenciana una cuarta parte se destina a la transformación en zumo. Los restos, la cáscara y la pulpa, ahora se tiran o sirven para alimentar a la ganadería.

Con esta investigación, que se pone en marcha, se pretenden convertir esos residuos en bioetanol, un combustible para los vehículos que reduce la contaminación en más de un 80 por ciento.

Según los científicos del CIEMAT, el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas, este proceso es posible, aunque falta demostrar si es rentable económicamente.

Eso precisamente es lo que van a estudiar en los laboratorios antes de que termine este año para que durante la próxima campaña citrícola ya pueda desviarse una parte importante de la producción de naranjas y clementinas a la generación de bioetanol.

Eso se hará en una planta que la empresa valenciana Imecal acaba de instalar en L´Alcudia y que en breve va a comenzar a tratar hasta cuatro toneladas de basura orgánica para transformarla en combustible ecológico.

Los entendidos como Vicente Signes, uno de los científicos responsable de este proyecto denominado Atenea, calculan que en un par de años el bioetanol obtenido de los restos de cítricos podrá ser comercializado.

Ford ya está vendiendo coches con motores flexibles que permiten usar este combustible que ahora se saca de algunos cereales, aunque es muy caro. Falta eso sí que en las estaciones de servicio haya surtidores de bioetanol, no hay ninguno en estos momentos en la Comunidad Valenciana.

Por eso, la Generalitat en los próximos meses va a financiar la mitad del coste de la instalación de estos surtidores.

por Manuel Gil Mercader


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